Snoopy 5º sesión

02.04.2014 00:53

Aprovecho para compartir otra experiencia, una experiencia diferente, que espero que os guste.
Es una experiencia contada en un registro diferente a los anteriores.
¿Es todo lo narrado real, es todo ficticio, una combinación de ficción y realidad? Hay cosas que es mejor no desvelarlas sino imaginárselas…
AA es Ama Amelia y S snoopy.

22h. Escena nocturna. Luz indirecta sobre dos personas en el sofá, ella recostada y el sentado. OK Computer de Radiohead en el estéreo a volumen que no interfiera la conversación. Charlan distendidamente. AA apoya las piernas sobre las de S, todavía con los tacones puestos. Hunde sus tacones en sus muslos y en los alrededores de su entrepierna. Él estalla de excitación mientras acaricia sus empeines de terciopelo, las zonas que la piel de los zapatos deja al descubierto. AA le pide que le lea un par de capítulos de su diario. S decide cambiar la BSO. Ahora son Sigur Ros, desde Islandia, quienes pondrán el fondo musical a la lectura. S lee, su diosa pelirroja escucha. A ella le cambia la expresión del rostro al escuchar algunos pasajes. Mientras S lee, los pies de su dueña permanecen dentro de la chaqueta de él, aplastando su barriga, para obtener el calor corporal que casi siempre le falta a sus pies, siempre fríos. Al acabar la lectura y antes de acostarse, AA usa el rostro de S como pedal de percusión. Él la mira apasionado y agradecido. Olisquea sus pies, los besa, se deja pisar su agradecida cara. 

S sale del salón y regresa con un par de zapatillas para su dueña, quien dice que no las necesitará, ya que su sumiso la llevará en brazos hasta la cama. Así ocurre. S le recuerda a su adorada divinidad que tiene en casa sus bragas rojas recién lavadas, y aprovecha para lamentarse de haberlas lavado, al haber perdido éstas los restos del aroma de su dueña, que todavía permanecían adheridos. Ella le ordena ponerle las bragas. Dormirá sólo con las bragas. S se acuesta, sólo con los calzoncillos. Se abraza a ella con ternura, reprimiendo la pasión. Al cabo de un rato de estar pegados, encucharándose, AA le pregunta a S si ya no le excita su cuerpo, al no notar el bulto de su calzoncillo sobre sus nalgas. S se hace el ofendido y empieza a restregar su bulto, a punto de estallarle, contra los muslos y culo de su dueña. Al cabo de un rato ella le ordena que la penetre sin quitarle las bragas, apenas retirarlas para que entre el bulto de él. S obedece y agradece entrar en AA tras tiempo sin hacerlo. S encima de AA en todo momento, siguiendo, obedeciendo sus instrucciones. El pene roza las bragas. AA le advierte que le avise antes de eyacular. S lo hace y AA le ordena que eyacule sobre las bragas. Al sacar el pene de su vagina no puede eyacular, por lo que AA le ordena que se masturbe hasta eyacular donde le ha indicado. Lo consigue. Eyacula sobre las bragas de encaje rojo. El contraste del semen sobre el tejido colorado queda inmortalizado al hacer snoopy una foto para mostrársela a Ama Amelia, para que compruebe el resultado final sin tener que girarse sobre sí misma. AA dice “las bragas vuelven a estar sucias, creo que suficientemente sucias, ¿no crees snoopy?”. S asiente agradecido; seca algo del semen que hay sobre las bragas y quedan tumbados abrazados. 

S amanece antes que AA y se deleita contemplándola, su rostro recostado sobre el pecho de él, la mano de S acariciando su melena de fuego, sus labios besando su frente; ahora con su espalda a escasos milímetros de su nariz y labios. S la acaricia con extrema ternura y suavidad para no alterar su sueño. Su piel es porcelana, terciopelo, seda oriental al admirado tacto de él. Su aroma, la fragancia que desprende su cuerpo dormido es difícil de expresar con palabras. Al despertar, el sigue besándola, acariciándola, oliéndola, aumentando la intensidad, ya sin el temor de despertarla. Le propone inventariar los lunares de su cuerpo. Ella tiene hambre y pide que le lleve el desayuno a la cama; consiste en un vaso de leche fría con cacao y dos tostadas con sal y aceite. Tras desayunar vuelve a sumergirse en el edredón. S se ducha. AA se ducha. S le calza las deportivas, postrado ante A. Huele las bragas. Todavía huelen demasiado fuerte. A la noche estarán en su punto. 

La escena se funde a negro. ¿Realmente han pasado tantas horas juntos? ¿Es posible que S pueda permitirse sesiones de esta duración? Regresar al primer párrafo del presente mensaje y releerlo. 

Hasta pronto!